El Ideal: Todas las voces de la platería

Todas las voces de la platería

La peña flamenca cataloga con ayuda de la Universidad sus cientos de registros sonoros

25.11.12 – 00:36 –  INÉS GALLASTEGUI igallastegui@ideal.es | GRANADA.

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«En La Platería hay dos cosas míticas: empezar los espectáculos a su hora y catalogar todos los fondos. Y nunca hemos conseguido ninguna de las dos». Así lo admite con humor el presidente de la decana de las peñas flamencas del mundo, Jesús Plaza. El abogado se refiere a los repetidos intentos de los asociados por poner orden en el riquísimo archivo sonoro, gráfico y documental de la institución fundada en 1949 en el taller del platero Manuel Salamanca en la calle San Matías.

Pero todo cambia. Hasta los mitos. Y la actual directiva de la peña -que desde 1970 se ubica en el carmen de la albaicinera Plaza de Toqueros- ha conseguido al menos iniciar el trabajo de catalogación de los centenares de registros musicales que atesora.

Gracias a un convenio con la Universidad de Granada, la documentalista Sonia Ruiz, bajo la supervisión de la profesora María José López Huertas, de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación, inició el pasado mes de junio la identificación de una colección que data de principios de siglo.

Según explica Jesús Plaza, cuando los aficionados crearon la peña en 1949 comenzaron a aportar sus propios discos a la asociación. Las grabaciones comenzaron después, a raíz de su traslado a la nueva sede, primero en cinta magnetofónica y después en disco compacto. Actualmente el escenario del salón del cante dispone de un estudio que permite realizar grabaciones en audio y vídeo de las actuaciones en directo con una calidad profesional.

Por eso los fondos musicales están registrados en todo tipo de soportes, desde los discos de pizarra de principios del siglo XX hasta los de vinilo, a partir de la mitad de la centuria, las bobinas abiertas, las cintas de cassette y, finalmente, los cedés y DVD. Por el momento, la documentalista ya ha catalogado alrededor de un millar de registros y calcula que le quedan otros tantos. De cada pieza recoge el intérprete, la obra, el palo, el autor y la fecha de la actuación.

El trabajo se ha realizado gracias a un convenio de la peña con la Universidad de Granada a través de la Fundación Empresa Universidad. Una vez que la catalogación esté concluida, la base de datos será pública a través de la red de Bibliotecas de la Junta de Andalucía, con ayuda de la Agencia IDEA. Entonces, cualquier aficionado o investigador podrá conocer la existencia de los fondos de La Platería realizando su búsqueda con diferentes criterios, por fecha, artista o palo flamenco.

Digitalización

Pero el objetivo es mucho más ambicioso: en una segunda fase, explicó Plaza, la asociación quiere digitalizar todos esos fondos sonoros, es decir, volcar los registros a un formato digital, mucho más seguro, fácil de conservar y accesible desde cualquier ordenador.

Sin embargo, aún es pronto para determinar qué institución ayudará en esta tarea. Hay que tener en cuenta que la digitalización de registros musicales antiguos exige una maquinaria y un equipo técnico especial para garantizar la calidad del resultado.

En el año 2004 ya hubo un primer intento de catalogar los fondos en el que participaron el Centro de Documentación Musical de Andalucía, dependiente de la Junta, y la Diputación Provincial. Finalmente, el proyecto no se completó. «Siempre hemos estado preocupados por saber qué es lo que teníamos», reconoce el presidente.

La peña también ha suscrito un convenio con la Facultad de Bellas Artes para recuperar sus fondos gráficos y documentales. La Platería atesora una valiosa colección de carteles de actuaciones flamencas que datan desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Además, las paredes del carmen están completamente cubiertas de fotografías que dan testimonio de los numerosos artistas del cante, el toque y el baile que han actuado en su escenario o participado en sus fiestas, sin olvidar a los visitantes ilustres que en alguna ocasión han participado de sus juergas.

También se conservan libros, cuadros y dibujos. Por ejemplo, hay una interesante colección de ilustraciones firmadas por el dibujante granadino Martínmorales en proceso de restauración. «Queremos recuperar toda la historia de la peña», subraya Plaza. Por aquí han pasado todas las figuras del flamenco. Sin excepción. Antonio Mairena, Manolo Sanlúcar, Fosforito, Juanito Valderrama, José Menese, Enrique Morente, Carmen Linares, Paco de Lucía, las sagas de los Habichuelas y los Marotes, Cristina Hoyos, Mario Maya. Sin olvidar a «los de ahora»: Arcángel, Diana Navarro, Pansequito, Miguel Poveda, Estrella Morente, Marina Heredia, La Yerbabuena, Juan Andrés Maya… «No me quiero dejar a nadie, pero es que han pasado todos, los mejores de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI», asegura Plaza con orgullo.

En el proceso de catalogación se irán encontrando joyas escondidas. Como la actuación del maestro Morente en la peña de Fuente Palmera, en Córdoba, grabada en 1984 por Radio París y que anduvo dando vueltas hasta que un socio, el ya fallecido Miguel Poyatos, la recuperó para la peña. «La grabación se remasterizó y se entregó como regalo del día de socio», explica el presidente.

Pequeño museo

Con la catalogación de los carteles, documentos y registros sonoros, La Platería pretende mejorar su pequeño museo, en el que, además de los citados fondos, se conservan todo tipo de objetos curiosos del siglo XX, desde vestidos de flamenca hasta viejos gramófonos, pasando por la mesa de platero del fundador de la peña, Manuel Salamanca. «Dentro de nuestros escasos medios, hemos acometido una reforma integral de la casa -señala Plaza-. La sala del museo estaba manga por hombro. Hemos hecho una nueva reordenación y hemos puesto unos armarios de madera de cedro virgen para que mantengan siempre una temperatura constante que favorezca la conservación de los discos antiguos».

La Platería es una asociación privada sin ánimo de lucro que se sostiene con las cuotas de sus socios, que suman un máximo de trescientos según sus estatutos. Los nuevos miembros pagan 250 euros de cuota de entrada y 12 mensuales, mientras que los jóvenes están libres de ‘matrícula’ y abonan la mitad de la cuota mensual. Además de las oficinas, la peña dispone de un bar y restaurante abierto al público.

La peña es un hervidero de actividades. Las actuaciones de los sábados, con lo más granado del panorama, son exclusivas para los socios, mientras que los jueves flamencos, dedicados a las jóvenes figuras, están abiertos a la gente de la calle. Las conferencias, las presentaciones de libros y el ciclo de cine documental son otras de las citas ‘plateras’.